Debo decir que
cuando planeamos el viaje a New York estaba llena de expectativas.
Las películas, las revistas, la TV, la gente siempre habla de NY como una
ciudad maravillosa, un poco ruda, pero maravillosa. Todo lo que me contaban me hacía
esperar el momento de llegar con ansias, pero para tristeza mía, resulto ser
una gran decepción.
Muchos de ustedes
estarán muy en desacuerdo conmigo, los entiendo pero por más que lo deseara no
puedo cambiar mi desazón. Creo que paso lo típico, cuando te hablan de algo
increíble y lo describen con pasión, pero que cuando pruebas no encuentras ni
la mitad de lo que estabas esperando. Tenía grandes expectativas, tal vez
esperaba demasiado o tal vez NY no es tan grandiosa como la pintan.
No voy a quitarle méritos
a la ciudad, hubo varias cosas que me gustaron. Primero que todo Brooklyn tiene
uno de mis grandes amores, mi mejor amigo. Fue increíble verlo en su elemento,
como no lo veía desde que estudiábamos en la universidad, resulta que ahora es
todo un adulto. Ame pasar tiempo con él y poder compartir ese tiempo con mi novio,
mis dos amores reunidos igual pura felicidad.
Realmente Brooklyn
fue uno de mis lugares favoritos, el ambiente artístico, la variedad de
opciones, la arquitectura, la vista hacia Manhattan, Dumbo, el Puente de
Brooklyn; impresionante. Hay tanta gente tan distinta, de orígenes tan diversos
que creo que hallar un neoyorkino de nacimiento es prácticamente
imposible.
Central Park, El
Met y High Line fueron mis grandes favoritos, en medio de las calles pobladas,
los grandes edificios y la gente no tan amable fueron mis grandes salvavidas. Fueron
un gran respiro en medio de esa ciudad que absorbe. Tanto en Central Park como
en el Met es fácil perderse, realmente es casi una obligación hacerlo, no hay
forma de vivir esa experiencia de una mejor manera. (Un tip: suban a la terraza
del Met)
Imperdible,
caminar por Soho y ver las tiendas y todos los lugares hermosos que tiene para
nosotros. Imposible, no participar de la moda callejera y dejarse impresionar
por la cantidad de personajes e historias que los sorprenderán.
No me mal interpreten, no odio NY, volvería
seguro. Como muchas ciudades es una gran fuente de inspiración, está llena de
cosas nuevas y muy particulares, pero creo que nunca lograre sentirme en casa allá.
¿Alguna vez han tenido esa sensación en un lugar desconocido? Es un sentimiento
que embarga en algún momento preciso en alguna ciudad totalmente nueva. Un
sentimiento que recorre todo el cuerpo y te dice que perteneces, que podrías
hacer tu vida allá…